Passivhaus
Passivhaus, o casa pasiva,
es aquella que ahorra energía.
Expertos en el diseño y construcción
de edificios pasivos de consumo energético positivo,
que producen más energía de la que consumen.
La casa perfecta
Una casa pasiva, Passivhaus, es algo más que una vivienda. Proporciona un alto nivel de confort, manteniendo ambientes cálidos en invierno en toda la casa. No existen contrastes térmicos ni corrientes de aire. Igualmente en verano mantiene una temperatura estable y agradable.
Beneficios de vivir en una casa pasiva o passivhaus
Confort, Salud, Ahorro Energético y Sostenibilidad Medioambiental
El sistema de ventilación de una vivienda Passivhaus, proporciona un aire limpio filtrando el 90% de los pólenes y de las partículas nocivas que se puedan encontrar en él. Todo ello, reduciendo la factura energética, la llamada “hipoteca energética” de un 85 a 90% para calefacción y climatización con respecto a una vivienda convencional.
Diseño que ahorra
Los edificios Passivhaus consiguen reducir entre un 90% las necesidades de calefacción y refrigeración. La poca energía suplementaria que requieren se puede cubrir con facilidad a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el ecosistema.
Los edificios de consumo casi nulo están recogidos por la Unión Europea en la directiva 2010/31 relativa a la eficiencia energética de los edificios que insta a todos los países de la Unión a comenzar a construirlos a partir de 2019.
Landevel utiliza el estándar de eficiencia energética más avanzado del mundo estableciendo unos requisitos muy exigentes en cuanto a la limitación de la demanda de energía y hermeticidad del edificio.
Nuestras edificaciones consiguen un alto grado de aislamiento, un inmejorable confort interior, acústico, térmico y de calidad del aire unidos a un consumo de energía casi nulo.
En Landevel somos expertos en diseño pasivo, realizamos, proyectamos y asesoramos en proyectos de passivhaus.
Los edificios Passivhaus consiguen reducir entre un 90% las necesidades de calefacción y refrigeración. La poca energía suplementaria que requieren se puede cubrir con facilidad a partir de energías renovables, convirtiéndose en una construcción con un coste energético muy bajo para el propietario y el ecosistema.